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Los bolsos de lujo más vendidos

Grandes clásicos, se convierte en la mejor guía para quienes buscan invertir en una de estas joyas.

Adquirir bolsos de lujo produce una sensación tan sumamente parecida a la de cumplir un sueño que podría ser perfectamente una de sus acepciones. Algo así como “el acto de conseguir una pieza de firma tras anhelarla durante meses o años”. Con el aliciente de que quien compra uno de estos diseños está realizando, además, una de las inversiones más seguras que ahora mismo puede hacer una persona porque, a diferencia del dinero o del ladrillo e igual que sucede con el oro, el valor de los bolsos de lujo solo hace que aumentar con el paso del tiempo. Y para mayor evidencia, el hecho de en el ranking de los más vendidos en Vestiaire Collective, todo un referente en la compra y venta de ropa y accesorios de lujo de segunda mano más popular del mundo, figuren muchas piezas creadas hace décadas.

El capazo de Loewe

Nunca un bolso sin nombre triunfó tanto como este capazo de Loewe, tejido a mano y con detalles y asas de piel, que nació en Ibiza y ha conquistado los veranos de medio mundo. Aunque su diseño se renueva cada temporada, como parte de su ya mítica colección Paula’s Ibiza, su versión básica se ha convertido en el auténtico básico superventas.

Saddle, de Dior

Cuando en 1999 John Galiano lo ideó, inspirándose en las sillas de montar, supo que había nacido una pieza destinada a convertirse en clásico. Hoy, Maria Grazia Chiuri, actual directora creativa de la firma, ha sido la artífice de su éxito y renacimiento.

Birkin, de Hermès

El más famoso de la firma, con permiso del Kelly y compañía. Debe su nombre a su musa, Jane Birkin. Nació en 1982, en el momento que el presidente de Hermès coincidió en un vuelo con ella y observó que necesitaba ESTE bolso. Ella y todas, aunque conseguirlo no sea precisamente sencillo; su lista de espera es casi tan legendaria como su diseño.

2.55, de Chanel

Reinterpretado hasta el infinito en colores y texturas, es el bolso más icónico de Chanel. Aunque si hay algo que se mantiene colección tras colección es su acolchado y su cadena. Debe su nombre a su fecha de nacimiento (febrero de 1955) y fue considerado el primer bolso moderno.

Kelly, de Hermès

Su historia también tiene tintes de cine. Nació en 1937 en París y aunque su estética rompía mucho con los cánones de la época (bolsos de mano), su gran funcional y elegancia llamó la atención sobremanera. Pero no fue hasta 1965 cuando se convirtió en icono: del brazo de Grace Kelly. La actriz de Hollywood, y entonces princesa de Mónaco, eligió este modelo como favorito, lo llevaba en todos los tonos: negro, miel, marrón, rojo y verde oscuro, además de uno en piel de cocodrilo, con un tamaño ligeramente mayor, con el que escondió las primeras señales de su incipiente embarazo.

Falabella, de Stella McCartney

En 2009 la diseñadora británica diseño un bolso con el nombre del caballo que montaba cuando era una niña. Y, desde entonces, se ha convertido en el diseño más icónico dentro de la categoría de accesorios de la marca. Lo reconocerás por la fina cadena que siluetea su contorno de principio a fin. Está disponible en infinidad de colores y cuenta con varias versiones.

Puzzle, de Loewe

No todos los bolsos pueden contar con el privilegio de haber sido el primer modelo creado por el director creativo de la casa española Jonathan Anderson. Haciendo honor a su nombre, el Puzzle está compuesto por una superposición de piezas geométricas que lo convierten en uno de los diseños más especiales (y deseados) del mundo.

Boy, de Chanel

Boy Capel fue el gran amor de Gabrielle Chanel hasta que falleció en un accidente de coche en 1919. Este bolso lleva su nombre: por su elegancia, por su esencia masculina, nació en 2012 con Alice Dellal como imagen.

Antigona, de Givenchy

Como la diosa que le da nombre y que representa a una figura femenina fuerte e inflexible, este bolso de lujo se convierte en el mejor homenaje a esta figura. Fue el gran boom del año 2011, cuando vio la luz, y su efecto se mantiene desde entonces.

Timeless, de Chanel

Karla Lagerfeld sabía lo que hacía cuando bautizó a este bolso inspirado en el icónico 2.55 de Chanel. Se trata de una reinterpretación realizada en 1982 del icono entre los iconos. También puedes encontrarlo en plataformas de segunda mano, como Vestiare Collective.

30 Montaigne, Dior

La línea 30 Montaigne está inspirada en la emblemática dirección donde Christian Dior celebró su primer desfile y representa los códigos icónicos de la firma. Aunque no tenga tantos años de vida como sus diseños más míticos, es todo un clásico.

Wander Small, de Miu Miu

El bolso Wander renace todos los años, y cada temporada tiene un aspecto diferente. Icono de la marca, este está confeccinado en napa Matelassé, la cual se caracteriza por el efecto tridimensional creado gracias a una elaboración artesanal única.

Cleo, de Prada

Cleo es amor a primera vista, creación de un visionario. Impactante por la cantidad de cosas que puede decir con tan poco, es de los últimos en sumarse al mundo Prada. Los más sencillos son los más bonitos, pero no hay que perder de vista lo que son pura fantasía. También puedes encontrarlo con solapa.

Sofia, de The Row

Esta bandolera puede presumir de ser sumamente elegante; es una de las condiciones indispensables de la marca que lo firma. Disponible en varias versiones, con o sin mini asa superior, este bolso de tamaño mediano tirando a pequeño tienen un precioso cierre.

Clutch Flamenco, de Loewe

Este diseño de la mítica marca Loewe no es nuevo. El bolso Flamenco se lanzó en la década de los 70 y desde entonces es otro de sus éxitos. Se cierra con tiradores de cordón rematados con los nudos enrollados característicos que caen por ambos lados y está confeccionado, como no podía ser de otra manera, en piel napa de ternera.

Clutch de nylon, de Prada

Este mini bolso de hombro es un viaje a los 90, pues llevarlo implica a) tener muy buen gusto b) llevar un estilismo acorde al bolso y c) saber que la última década del siglo XX fue de las mejores estilísticamente hablando. Relativamente económico, aunque se trata de un bolso de nylon, este es un clásico.

Le Cagole, de Balenciaga

Esta pieza es de las que amas u odias, pues no le falta detalle. Le Cagole, repleto de tachuelas, un espejo con forma de corazón, pespuntes y esquinas redondeadas es ya un clásico a pesar de sus pocos años de vida. Por y para millenials, el paso del tiempo le dará un espacio en el olimpo de la moda.

Crush Sling, de Balenciaga

La forma. La B de Balenciaga. La capacidad. Estas tres características lo hacen único, pues habrá muchos bolsos, pero ninguno como este con la base curvilínea y un acabado envejecido que sin embargo grita “¡Tendencia!”.

N/S Park, de The Row

El que llevarían las hermanas Olsen para dar descanso a sus bolsos de Hermès, pues ellas mismas lo han diseñado, es esta especie de cubo de tamaño mediado. Fabricado en Italia es piel suave y ligeramente granulada, lleva el nombre de la marca estampado en plateado. Es una pieza que homenajea al minimalismo, la corriente que sigue la marca de principio a fin.

Le Bisou Perle, de Jacquemus

Esta pieza, entre las más asequibles, la firma Jacquemus, y en su diseño se ve la mano maestra de quien lo hace todo especial. Sencillo y atemporal, para acompañar vestidos de fiesta y vaqueros con adidas, tiene dos bolas doradas, una más grande que la otra, que lo hacen único y diferente. Es de taffetá y lo venden únicamente en Net a Porter.

Horsebit Chain, de Gucci

La última obsesión de la firma italiana es este bolso de tamaño mediano. A la vista está que no es una estética propia de 2023, sino más bien de principios de siglo. La correa de cadena es desmontable, por lo que tiene múltiples usos. Es para llevar con stilletos de punta.

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