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Las bolsas que fueron tendencia en los años 90’s y que seguimos amando

¡Los clásicos nunca mueren!

¿Qué sería de nuestros outfits sin unas lindas bolsas que fueron tendencia en los años 90’s (y lo siguen siendo)? Además de permitirnos cargar lo necesario para la vida diaria, es un complemento perfecto para transformar cualquier look, para hablar de nuestro estilo a través de ella.

Cada década tiene sus hits en la moda y los 90’s no son la excepción, al contrario, fueron años donde nacieron varias de las tendencias que aún siguen siendo relevantes y varias de las bolsas que, hoy en día añoramos, alcanzaron su esplendor antes del cambio de siglo.

Bolsas que fueron tendencia en los años 90’s y que, hasta la fecha, seguimos amando

Baguette de Fendi

Nacida en 1997 con la autoría de Silvia Venturini Fendi, esta bolsa es un claro ejemplo de la relevancia que puede adquirir un diseño, llegando al estatus de pieza de colección. Su pequeña forma con asa, ideal para ser llevada bajo el brazo, se nombra ‘Baguette’ haciendo alusión al famoso pan francés.

Confeccionada en su primera versión en suede rojo, se reinventó en un sinfín de patrones, colores, texturas y superó todas las expectativas que pudieran existir alrededor de ella. Ostenta el título de ser la primera it-bag y es la favorita de celebridades como Sarah Jessica Parker, Sharon Stone y Olivia Palermo.

Hoy en día mantiene su silueta original y aparece en todas las colecciones de Fendi. Además, continúa su leyenda dentro de la moda.

Saddle Bag de Dior

Sin duda alguna, una icónica bolsa que vio al mundo en 1999 bajo la creatividad de John Galliano y es que esta pieza guarda toda la nostalgia de los 90’s, pero también las ansias por comenzar una nueva era en el 2000.

Su práctica silueta se vistió con el monograma de Dior, bordados florales, tonos rosas y muchos otros prints, siendo inmediatamente un objeto de deseo. Con la efervescencia de la época, era reconocida como el accesorio de las estrellas, entre ellas: Paris Hilton, Nicole Richie y por supuesto, el emblemático personaje de Sarah Jessica Parker “Carrie Bradshaw”.

Hoy en día, nos encanta porque mantiene la esencia de su origen, reinterpretada cada temporada por Maria Grazia Chiuri, es posible encontrarla en piel, estampados, monogramas, pero con esa inconfundible imagen.

Gucci Diana

El nombre de esta bolsa es muy reciente, pero su historia no lo es. Justamente en los 90’s esta tote bag con asas de bambú fue popularizada nada más y nada menos que por Diana de Gales. Esta pieza elaborada por Gucci la acompañó en el día a día, encajando en cualquier situación, mostrando su versatilidad y robando las miradas de sus fanáticos hasta convertirlo en un objeto de culto.

Como parte de los aciertos de Alessandro Michele, traer al presente este diseño tan cargado de historia con un aire de novedad, la ha convertido en un statement, no solo por su significado, sino porque continúa siendo una bolsa práctica, adaptable y llena de estilo.

Constance de Hermès

Constance nació algunas décadas antes de los 90’s y poco a poco se abrió paso hasta formar parte de los 3 bolsos más codiciados de Hermès. Su éxito era predecible cuando se convirtió en una favorita del armario de Jackie Kennedy y tiempo después, logró colocarse como una de las piezas más reconocidas de la marca.

Su estilo urbano, práctico, desenfadado y atemporal, cubrió las necesidades de aquellas mujeres cuyo estilo de vida era mucho más dinámico, requiriendo un diseño más enfocado al movimiento, que hasta hoy en día ha sido muy valorado por las working girls.

Monograma de Louis Vuitton

Los 90’s fue una época donde nacieron grandes tendencias y por primera vez, los accesorios se volvían cada vez más relevantes. Con la entrada de Marc Jacobs a Louis Vuitton en el 97, se abrió una nueva era para los bolsos de la casa: “El monograma”.

Si bien este estampado clásico de la marca tiene origen en 1896, fue la tendencia de logomanía la que permitió que el diseñador pudiera explotarlo en un sinfín de colores, versiones y acabados. Sin importar el corte de la bolsa o su tamaño, era fácilmente reconocible en cualquier lugar y fue la preferida de muchas celebridades.

Hasta la fecha, es un recurso que a Louis Vuitton le ha dado exposición e identidad, porque se trata de un clásico que prevalece en el tiempo, cuya presencia siempre ha sido un símbolo para quienes la usan.

Es así como nos percatamos de que la moda es un oleaje, que los diseños logran prevalecer en el tiempo y volver con más fuerza, porque estamos reconociendo su valor, no como pieza, sino como parte de nuestra historia.

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