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El nuevo Louis Vuitton Tambour abre otro capítulo en la historia de la maison

Louis Vuitton está listo para las grandes ligas y su nueva línea Tambour posee todo necesario para competir con los gigantes de la escena suiza.

Cuando el primer Louis Vuitton Tambour se hizo presente en 2002, aún no suponía un desafío para los principales fabricantes de relojes de lujo del mercado. En aquellos días, los detalles en amarillo neón del reloj de pulsera le conferían un claro carácter deportivo. Desde entonces, la maison ha prestado aún más atención en los modelos de la línea, por ejemplo con correas de caucho o como smartwatch. Ahora, poco después del 20 aniversario del reloj con caja de tambor, el fabricante abre un nuevo capítulo en su historia con dos nuevas incorporaciones.

Nuevo comienzo, nuevas aspiraciones

“Tras veinte años de audaz diseño relojero basado en la célebre forma Tambour, y con la misma búsqueda de modernidad, elegancia y funcionalidad sobre la que se ha construido la maison durante más de 160 años, Louis Vuitton eleva su oferta relojera con un nivel de sofisticación sin precedentes, en todos y cada uno de los elementos del nuevo reloj”, compartió Jean Arnault, director de la división de relojería de la marca.

Los dos nuevos modelos de relojes Louis Vuitton Tambour podrían resultar un tanto modestos, pues no se han designado nombres especiales para las referencias .W1ST10 (el de esfera gris) y W1ST20 (con esfera azul) Sin embargo, nada es ordinario en estos diseños y hay dos principales características que destacan: la incorporación de un brazalete de eslabones integrado —el primero de la maison— y un nuevo movimiento automático.

Los expertos de la Fabrique du Temps —taller de relojería de la maison— se centraron principalmente en el diseño y la tecnología en los nuevos relojes Louis Vuitton para potenciar la apariencia de lujo. Esto incluye la parte trasera curvada del reloj, que se adapta mejor a la forma natural de la muñeca. Además, con el brazalete integrado de hebilla invisible, el fabricante promete un tacto flexible como el del “cuero más suave”, que se consigue gracias a una serie de eslabones delgados y curvos que se ciñen perfectamente a la muñeca de cualquier usuario.

La única diferencia entre los dos relojes es el color de la esfera. Ambas referencias están fabricadas en acero inoxidable y, al contrario de sus predecesores, tienen una caja más delgada. Con un diámetro de 40 mm, estos nuevos relojes están destinados tanto a hombres como a mujeres. En el corazón de los Tambour yace el nuevo movimiento automático con calibre LFT023. El cual ha sido diseñado por La Fabrique du Temps de Ginebra y ofrece una reserva de marcha de 50 horas. Como un beneficio adicional, el reloj, con fondo abierto —una tendencia cada vez más popular en la industria— es sumergible en el agua hasta 30 metros.

En cuanto a la esfera, que transmite una fuerte sensación de profundidad, el reloj presenta dos anillos. El primero de ellos, de afuera hacia adentro, se emplea para indicar los minutos, mientras que el segundo se encarga de las horas, con marcadores elegantes y minimalistas que facilitan la lectura, incluso en el modelo tono sobre tono (el W1ST10) que se presenta en una paleta de grises. Una subesfera, destinada a la indicación de los segundos, remata el diseño.

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