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El complemento dorado al que no renuncian los bolsos ‘old money’

Lo certifican las nuevas propuestas de Louis Vuitton, Celine, Gucci, Stella McCartney o Jill Sander.

El old money era, hasta no hace tanto, una tendencia solo para iniciadas; también conocidas como ‘señoras de bien’ del Upper East Side, como Jennifer Lawrence, que se ha propuesto que la incluyan en este selecto círculo, de un tiempo a esta parte y que, por el momento, progresa adecuadamente. Las millennials nos acercamos a esta manera de vestir y de actuar propia de las clases altas con series como Succession, que colocaron sobre el tablero a firmas como Loro Piana, Ted Baker o Tom Ford. Enseñas alejadas de la modernidad y el ‘coolismo’ que llevan aparejadas otras marcas igual de emblemáticas como Bottega Veneta, Prada o Jacquemus. Pero en un momento en el que el lujo, tal como lo conocíamos, se desmorona, la única opción para distinguirse pasa por vestir prendas y complementos que demuestren un lujo silencioso.

Así, solo aquellos que pertenezcan a tu círculo sabrán que ese jersey de cashmere o esos mocasines marrones que llevas para comprar el pan son piezas solo al alcance del 1% de la población que, cansados de que cada vez más el pueblo acceda a firmas de lujo —gracias al mercado de segunda mano y a la creación de piezas relativamente accesibles como camisetas, gorras o zapatillas con el logo bien visible—, buscan distinguirse rizando el rizo.

Este gusto por el minimalismo no es nuevo. En la década de los noventa, Carolyn Bessette-Kennedy se erigió como el epítome del buen gusto poniendo en práctica esta idea de la elegancia; los niños bien siempre se han distinguido del resto por su cacareada discreción. Por eso ahora, entre las propuestas que veneran el lujo silencioso, se cuela una microtendencia que, en realidad, tampoco es nueva. Hablamos del bolso negro con cadena dorada; un complemento que se une a la lista de los básicos elevados que poblarán nuestros armarios este otoño-invierno 2023/2024.

Los hemos visto en los desfiles de Jill Sander, Louis Vuitton, Stella McCartney o Loewe. Y lo cierto es que la mayoría de los diseños se tiñen de negro (aunque también están disponibles en otros tonos) y tienen la forma del famoso ‘Baguette’ de Fendi: es decir, alargado, estrecho y minimalista.

Uno de nuestros favoritos es el ‘GO-14’, que salió a la luz en octubre de 2014, gracias al savoir faire de Nicolas Ghesquière, que lo diseñó para Louis Vuitton. En 2023, resurge como un bolso versátil y actual, con su tradicional cadena dorada, que nos permite llevarlo también colgado del hombro. Está fabricado con una piel suave y acolchada, con el malletage emblemático de la maison; también conocido como el patrón de rombos presente en los baúles y las cajas que producía la firma en el s.XIX.

Una pieza de artesanía que ve la luz tras veinte pasos, solo al alcance de los maestros que trabajan la piel. Por eso, no nos sorprende que el ‘GO-14’ ya haya enamorado a estrellas y amantes de la moda como Cate Blanchet, Alicia Vikander o Ana de Armas.