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Bolsos metalizados: la tendencia que se repite temporada tras temporada (y que arrasará este otoño 2023)

A la hora de invertir en un bolso clásico solemos pensar en una paleta de colores ya probada –negros, grises,marrones, incluso–. Pero ¿y si el metalizado estuviese a punto de entrar en el Olimpo de los bolsos icónicos?

Los bolsos metalizados tienen todas las papeletas de convertirse en una de las opciones predilectas para invertir en un bolso

La revolución de la moda femenina capitaneada por Coco Chanel y su icónico 2.55; el legendario Birkin de Hermès, bautizado así en honor a reciente fallecida artista anglofrancesa Jane Birkin; el Baguette de Fendi, favorito de Carrie Bradshaw; el Amazona de Loewe… La historia de la moda está repleta de bolsos que, con el transcurrir de los años, han ido adquiriendo la categoría de icónicos. Se trata de piezas codiciadas que se sitúan más allá de las tendencias de cada temporada y a las que el paso del tiempo no les hace daño alguno, sino más bien al contrario.

A la hora de invertir en un bolso clásico solemos pensar en tonalidades que son una apuesta segura, como los negros, grises y marrones, es poco probable que un bolso plateado brillante nos parezca una opción obvia e inmediata para un bolso de mano o bandolera de diario, pero las tendencias del otoño/invierno 2023-24 contradicen esta teoría. Los metalizados tomaron la pasarela de la mano de firmas como Simone Rocha, Gucci, Paco Rabanne, Rodarte o Emilia Wickstead, entre otras, pero si el abrigo espumillón que proponen las hermanas Mulleavy en Rodarte o el total look dorado de Simone Rocha puede parecer un exceso para algunas, abrazar –de una vez por todas– los metales preciosos a través de los accesorios no solo resulta apto para todos los públicos, sino muy recomendable, sobre todo si a bolsos metalizados refiere.

Lo cierto es que no es la primera vez que el bolso plateado –y, en menor medida, el dorado– ocupa uno de los primeros puestos de la lista de accesorios más buscados. De hecho, ya el invierno pasado lo vimos por todas partes; de los estilismos de las prescriptoras de moda al street style, pasando por nuestras tiendas favoritas, pero su regreso este otoño a las pasarelas nos hace pensar que estamos ante algo más que una tendencia pasajera y preguntarnos sobre la posibilidad de que el bolso metalizado adquiera la categoría de clásico. ¿Las razones? Su presencia, cada vez más habitual, en las propuestas de las grandes firmas de lujo, su versatilidad, tan infinita como la de un bolso negro, y su capacidad para elevar –e iluminar– un estilismo de manera instantánea.

El primer ‘it bag’ era plateado

El futuro, la tecnología y la distopía es el punto de partida de estos accesorios brillantes, pero si tuviésemos que señalar el origen de una tendencia tan potente como singular, tendríamos que hablar del bolso 1969 de Paco Rabanne, que este año cumple 54 años desde su nacimiento –aunque su diseño ultramoderno desmiente su edad–, con un diseño maravillosamente espacial y del que se dice que se inspiró en la cota de malla de los carniceros franceses. Construido a partir de discos metálicos entrelazados en forma de escamas, Le69 no se parecía a ningún otro bolso que se hubiera visto antes. Pronto fue adoptado por celebritiescomo Françoise Hardy o Brigitte Bardot. No tenía logo pero no lo necesitaba, el trabajo de Rabanne era ya lo suficientemente reconocible. Bajo el mandato de Julien Dossena, el bolso se reeditó medio siglo después de su primera aparición en escena. Los pesados discos de acero fueron sustituidos por otros de aluminio, más ligeros, ensamblados a mano con esmero, haciendo de Le69 un bolso funcional.

La incorporación de los metalizados al imaginario cromático del street style se ha hecho de forma paulatina, y si bien todavía hay quienes no ven claro un total lookplateado, en los accesorios es otro cantar. Cada vez es más frecuente ver el uso de estos tonos como opción casual, una vez desestimada la concepción errónea de que son difíciles de combinar y de que están reservados únicamente para fiestas y eventos nocturnos. Una de las razones de su éxito imparable reside en su capacidad para mimetizarse tanto con los neutros como con el resto de tonalidades del espectro cromático, y es que pocos bolsos hay que combinen mejor con todo que uno plateado. Funcionan con looks metalizados, a modo de total look, pero también son el aliado perfecto de estilismos compuestos de básicos. El dorado es ideal para acompañar prendas en tonos cálidos, mientras que el plata es perfecto para llevar con looks en tonos fríos. Visto lo visto –y lo que vendrá la próxima temporada–, habrá que pensar en incorporar los bolsos metalizados a nuestro armario cápsula de otoño/invierno 2023.

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